...La silueta de una inmensidad de pensamientos...

Aroma a Café



Una simple esquina,
tan solo una mesa
y un par de bancos
que abrigan historias y verdades.

Un café negro, café de mi tierra,
testigo de caricias y tiernas miradas,
en medio de notas musicales
que danzan con el ventolero.

Dos tazas de café, bebe el tiempo.
Granos de arena que invocan recuerdos.
Dos tazas que vacían los minutos
de ocurrencias y curvos labios.

Un café y una compañía,
un intervalo abierto de serenidad, 

de aromas,
de resaltadas y atentas pestañas.

Sorbos de alegría, de sorpresas,
de cejas arqueadas y mejillas elevadas.
Un atardecer de palabras
que cambian el mundo.
Su mundo.

22/10/2010 – 4:01 pm
Fabiola Chaves Jiménez

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