Y sin mucha resistencia, atiende al llamado al que quiso renunciar; en ese instante salpicado de lo fantástico, esas horas de sensibilidad suceptibles a decifrar enigmas testarudos. Un llamado que no tiene claro lo que busca, mas sabe que debe estar presente; un confidente que supo de conmociones y vehemencia, previos al tedioso descanso.
La duda abarca los años de suspenso, en un rostro neutro y un ser que crece temeroso. El pasado vacila en brisas de secuelas y lecciones, y el futuro vacila entre blancos eternos y grises impalpables. Entretanto, la incertidumbre sigue narrando su sus mudas anécdotas a la ilusión, y juntas cumplen con su turbado itinerario.
Fabiola Chaves Jiménez
6/04/12 - 3:24am
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