El rojo en mi ventana me llamó y yo escuché...
antes de que las almas despertaran y el pecado continuara su jornada.
Antes de que las alarmas llamaran a la productividad,
esa vana que viste de propósito,
que soborna con sonrisa monetaria
a una multitud sedienta de sentido.
Desperté.
03/2021
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